21 abril 2005

Sed

Mi boca se acercó lentamente a la suya. Apenas mis labios rozaron el borde de su contorno pude apreciar ese particular sabor que tiene el zumo embotellado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre habia detestado los grumos de los zumos, sobre todo el de "Cerebro Humano"

Anónimo dijo...

Sobrecogedor. ¡Espero ansioso cuando describas la ingesta de un chuletón de Ávila!