12 julio 2005
El vagón
La chica atravesaba el vagón ignorando las miradas silenciosas que escrutaban sus formas centímetro a centímetro. Su leve sonrisa, consciente de que era observada, y un caminar insinuante la acompañaron hasta el otro extremo. Allí se dio la vuelta y el vagón quedó plagado de estatuas de sal.
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4 comentarios:
Me gusta, aunque las palabras "tren", "vagón" y "mochila" van camino de convertirse en tabú...
Me pregunto si tú también te habrías convertido en estatua.
XD
Jejeje. No. Yo estaba mirando las caras de los tíos, pensando si yo también ponía ese gesto, así que me libré en esta ocasión... ;-)
Éste me ha encantado, Ángel. Muy bueno.
Me lo quedo para Efímero :)
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